La Escuela de Pensamiento Libre es una
“escuela de diálogo” y de “ciudadanía compartida” donde personas con y sin
discapacidad pueden compartir sus ideas, sus sentimientos, sus valores y sus
sueños, una escuela donde se aprende de una manera alternativa, una escuela que
no es hija del fracaso escolar sino de las potencialidades de todas las
personas, una escuela donde las personas con (dis)capacidad intelectual no sean receptores pasivos de la formación
sino que sean ellos mismos los profesores (“maestros socráticos”), los que
impartan “materias” relacionadas con lo que somos como personas y lo que
queremos ser como ciudadanos, escuelas de pensamiento libre donde la ética sea
fundamental, una escuela democrática basada en el diálogo y donde no hay
exámenes ya que los sistemas de evaluación son inclusivos, cualitativos y no
reflejen lo que las personas no saben sino lo que pueden aprender, una escuela
donde no se imparten “asignaturas” académicas sino que se aprende en comunidad
de diálogo y de indagación, donde las materias principales tienen que ver con
los valores éticos o con la educación de las emociones o del carácter, una
escuela donde se filosofa y se reflexiona sobre lo que somos como seres humanos
y lo que queremos llegar a ser.
En la Escuela de Pensamiento Libre consideramos que la mente no es un jarrón que haya que llenar sino un ovillo del cual tirar como podemos ver abajo en una de las sesiones de diálogo de la escuela:
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